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Ron Coleman,
Cichlid Room Companion
Artículos

Frenesí alimentario

Por , 2001. image
Publicado

Traductor: Antón David Pérez Rodríguez (04-ago.-2004)

Clasificación: Comportamiento.

" Ron nos habla acerca de las sutiles diferencias de alimentación que tienen los cíclidos que comparten un mismo habitat y buscan sobrevivir en el mismo "

Metriaclima zebra
Metriaclima zebra tiene una amplia boca terminal con unos dientes bastante espaciados (Ndumbi Rocks, Isla de Likoma). Foto por Ad Konings.
(Este artículo se publicó originalmente en el Cichlid News Magazine Ene-01 pp. 32-34, Se reproduce aquí con permiso del autor, Ron Coleman, y de Aquatic promotions).

La miríada de métodos por los que los cíclidos consiguen y procesan su alimento sigue fascinando tanto a aficionados como a científicos. Y no es sólo el hecho de que los cíclidos exploten gran cantidad de fuentes de alimentos, incluyendo plancton, peces (también otros cíclidos), huevos o incluso escamas, si no que distintos cíclidos pueden alimentarse de un mismo alimento de modos distintos. En un artículo previo nos ocupamos de cómo podían coexistir en el Tanganica 14 especies de cíclidos comedores de gambas (Coleman, 2000). El lago Malawi contiene de lejos bastantes más especies que el Tanganica, muchas de las cuales se parecen entre sí, o por lo menos superficialmente. Y entonces, ¿cómo pueden coexistir?

Martin Genner, George Turner y Stephen Hawkins (Universidad de Southampton) han publicado recientemente dos trabajos que arrojan algo de luz sobre las complejas interrelaciones de los cíclidos de ambientes rocosos del Malawi, más comúnmente llamados mbuna (Genner et al., 1999 a, b). Los mbuna viven en los medios rocosos sumergidos, separados entre sí por otros hábitats como aguas profundas o bancos de arena, lugares peligrosos si eres un mbuna. De esta forma, un medio dado puede contener hasta 37 especies distintas de estos peces. ¿Y cómo consiguen llevarse todos bien?

Dos especies nunca pueden ocupar el mismo nicho

Un viejo adagio de la ecología defiende que dos especies no pueden ocupar el mismo nicho ecológico; esto se denomina a menudo en los textos más antiguos como "Principio de la exclusión competitiva". Muchos ecologistas modernos han reconocido esta afirmación como tautología, esto es, algo que es cierto por definición. O en otras palabras, si muchas veces determinamos que grupos de animales constituyen especies distintas porque se diferencian de otros en cierto sentido, dos grupos que hagan exactamente lo mismo y en el mismo lugar (es decir, que ocupan el mismo nicho), tienen que pertenecer por definición a la misma especie. Luego este principio nos obliga, cuando contemplamos un número de organismos que parecen compartir el mismo nicho, a preguntarnos en qué se diferencian.

Pudiera ser que cada una de las especies tuviera una dieta muy especializada, alimentándose sólo de una parte muy particular del total de comida disponible (como los devoradores de escamas del Tanganica). O tal vez que se alimentan de lo mismo pero de formas distintas (como los ya vistos comedores de gambas del Tanganica). O tal vez las distintas especies se reparten el espacio disponible, por ejemplo viviendo unas en las zonas más profundas y otras en las menos. Y finalmente puede haber una separación temporal, viviendo unas por ejemplo de noche y otras de día.

Algunas de estas hipótesis se sabe que no funcionan en el caso de los mbuna. Por ejemplo, mientras que la separación temporal es típica en los arrecifes coralinos, rara vez se da en los cíclidos, que suelen estar inactivos de noche.

Atendiendo a las diferencias de alimentación, estudios previos han mostrado que aunque los mbuna poseen estructuras de la boca muy diferenciadas, son de hecho capaces de alimentarse de una amplia gama de alimentos (McKaye y Marsh, 1983). Los aficionados lo saben desde hace tiempo, porque es posible alimentar a los cíclidos del Malawi con unos pocos alimentos comerciales; es decir, que no dependen de las algas para vivir. McKaye y Marsh han demostrado que este oportunismo alimentario no se da sólo en los acuarios: En un estudio con Metriaclima zebra y Petrotilapia tridentiger en el Malawi, encontraron que además de algas los peces comían también fito y zooplancton, capturado en la columna de agua.

Labeotropheus trewavasae
Labeotropheus trewavasae tiene una distintiva boca subterminal de dientes apretados (Isla de Thumbi West). Foto por Ad Konings.

Se ha propuesto que los mbuna coexisten merced a un reparto del nicho ecológico muy fino, de forma que el cómo y dónde se alimenta una determinada especie determina su nicho particular. Genner et al. quisieron probar esta hipótesis con ocho especies del área de Nkhata Bay, en el Malawi. Las ocho especies se dividían en tres tipos básicos: 1) Metriaclima zebra y M. callainos; 2) Labeotropheus fuelleborni y L. trewavasae; y 3) cuatro especies aún no descritas de Pseudotropheus (Tropheops). Cada uno de los tres tipos posee una estructura bucal diferenciada: Los Metriaclima una boca terminal amplia de dentes espaciados. Los Tropheops una boca estrecha ligeramente subterminal y de dientes muy juntos. Y los Labeotropheus tienen una característica boca subterminal con dientes muy juntos.

Los investigadores usaron análisis del contenido estomacal para saber qué había comido cada especie. Observaron además mediante el uso de la escafandra autónoma dónde se alimentaban exactamente los individuos de cada especie, en términos de carga de sedimentos, características de las algas, disponibilidad de refugios e inclinación de la superficie. Descubrieron así ligeras diferencias entre lo que comía cada especie y dónde lo hacía. Por ejemplo, los Metriaclima se alimentaban tanto de plancton como de algas incrustantes, mientras que los Labeotropheus apenas comían plancton. De entre los cuatro Tropheops, una especie en particular se alimentaba de las Cladophora (un alga bentónica) de zonas ricas en sedimentos, mientras que las otras tres apenas sí lo hacían. Pero había también muchas semejanzas. Por ejemplo, no encontraron ninguna diferencia entre la dieta de ambas especies de Metriaclima.

Hay bastante relación entre la morfología general de la boca y la dieta de estos peces

Hay bastante relación entre la morfología general de la boca y la dieta de estos peces. Los Metriaclima están mejor adaptados a alimentarse de plancton que las otras especies, y se refleja en sus contenidos estomacales que se alimentan mucho más de esta comida que las otras especies. Sin embargo, hay gran solapamiento entre las dietas de Labeotropheus y Tropheops, a pesar de sus notorias diferencias.

Bouton et al. (1998) ofrecen una explicación. Examinaron la dieta de varias species de ambientes rocosos del Victoria, y descubrieron que aunque todas las especies eran en principio capaces de alimentarse de todos los alimentos disponibles, algunas eran más eficientes para comer alguna cosa y otras para comer otra. Esto debe de ser importante siempre, pero sobre todo en épocas en las que escasea el alimento.

La siguiente pieza del rompecabezas está en el segundo trabajo de Genner et al. Examinaron el comportamiento territorial de los machos de mbuna. Los machos de estas especies intentan controlar las zonas de alimentación de un territorio expulsando a otros peces de ellas. Los investigadores postularon que un macho se comportaría de forma más agresiva con especies con las que coincidiera más en la dieta que con las que coincidiera menos. Observando machos bajo el agua descubrieron que de hecho se mostraban selectivos en sus agresiones. En particular, los machos se mostraban agresivos con los otros individuos de su misma especie, esto es, con los que comparte totalmente su dieta. Aunque otra explicación es que los machos arrojan a los de su misma especie de su territorio porque representan competidores potenciales a la hora de reproducirse. Esta es sin duda parte de la explicación. Sin embargo, los machos también expulsan de su territorio a las hembras de su propia especie. Pero si un macho expulsa a todas las hembras, entonces no se reproducirá. Luego el macho se enfrenta a un cruel dilema: podría permitir a una hembra acercarse a su territorio, pues podría representar una posible pareja... aunque también podría estar simplemente hambrienta.

Y así comenzamos a entender la razón por la que algunos machos de mbuna cortejan a las hembras de forma tan vigorosa, incluso agresiva. El macho decide comprobar si es una posible pareja cortejándola de forma vigorosa. Si está interesada en criar, bien. Y si no debe expulsarla antes de que se coma su comida. Aunque hace falta todavía mucha más investigación al respecto, se nos empiezan a revelar las intrincadas relaciones entre la alimentación y la reproducción que adornan la frenética vida de los cíclidos.

<i>Tropheops sp.</i> 'yellow gullar'
Tropheops sp. "yellow gullar" tiene una boca estrecha y ligeramente subterminal, de dientes muy empaquetados (Luwala Reef). Foto por Ad Konings.

Referencias

  • Bouton, N., Os N. van, and F. Witte; 1998; "Feeding performance of Lake Victoria rock cichlids: testing predictions from morphology"; J. Fish Biol. 53, Suppl. A:118-127.
  • Coleman, R.; 1997; "Cichlids and Science: Food for Thought"; Cichlid News 9(3):30-31.
  • Genner, M.J., Turner, G.F. and S.J. Hawkins; 1999a; "Foraging of rocky habitat cichlid fishes in Lake Malawi: coexistence through niche partitioning?"; Oecologia 121:283-292.
  • Genner, M.J., Turner, G.F. and S.J. Hawkins.. 1999b; "Resource control by territorial male cichlid fish in Lake Malawi"; J. Anim. Ecol. 68:522-529.
  • McKaye, K.R. and A. Marsh; 1983; "Food switching by two specialized algaescraping cichlid fishes in Lake Malawi, Africa"; Oecologia; 56:245-248.

Referencias (4):

Cita

Coleman, Ron. (ago. 06, 2003). "Frenesí alimentario". Cichlid Room Companion. Consultado en abr. 16, 2024, desde: https://cichlidae.com/article.php?id=194&lang=es.